A veces tienes algo muy claro, por ejemplo "Facebook mola" y te comportas como si fueras un quinceañero que en plena pubertad hubiera conocido a su primer amor. La chica de la que estás enomardo (Facebook) es perfecta, todo lo que hace te parece perfecto (cambio de normas), las cosas que te ordena las haces sin pensarlo y sus continuos desplantes (actualizaciones) te parecen caricias que ella hace "porque ella es así". Hasta que un día te deja, te abre los ojos y te das cuenta que Los Mundos de Yupi no existen. Después de esto cambia tu punto de vista respecto a ella y el resto de chicas.

Pues así me he sentido al leer el artículo de Ignasi Giró (Honest&Smile) sobre la inminente caída de la red social de Mark Zuckerberg.