De nada sirve que nos dediquemos a hacer mensajes efectivos en nuestras campañas, si a la hora de colocar el cartel nos encontramos con que los encargados de hacerlo son tan inútiles como para ponerlo de delante atrás y de arriba abajo, todo lo contrario a lo que sería correcto.

La foto es de un cartel que se encuentra en la tapia del colegio de Carmelitas en la calle San Vicente Martir.


No es una estrategia de los creativos ya que el mensaje es incomprensible. Si os fijáis en cartel no se podría haber puesto más al reves, es imposible.

Pensando en las razones de porque se colocó así se me ocurren varias:
1- Los operarios encargados de la colocación son extranjeros y no conocen nuestro alfabeto latino, ya que de lo contrario habrían notado la diferencia.
2- Juan y Manolo tenían muchisima prisa y como buenos especíenes mediterraneos les llegaba la hora de comer y lo colocaron de cualquier manera
3- Juan y Manolo vieron pasar una señorita de buen ver y mientras le dedicaban finos piropos colocaban el cartel sin mirar.

Lo más grave es que aunque lo coloques mal, cuando acabas de hacer algo siempre miras a ver como te ha quedado. Este no es el caso.