Lo que se ve arriba solo es un montaje, pero lo que si es cierto es la raya roja que indica la flecha, resalta el tamaño del corte que se ha hecho en la rueda.

En nuestro primer año de universidad escuchamos algunas historias acerca del "bordillo-cuchillos" pero nunca lo suficientemente escabrosas como para darles importancia. Se contaba que alguien había visto un coche fantasma que tenía una rueda pinchada o incluso a algún profesor manchandose las manos al tener que cambiar una de las ruedas de su coche.

Hoy, nuestra familia de publicistas lo hemos sufrido en nuestras propias carnes, el bordillo-cuchillo ha dado cuenta de la rueda de un pequeño 206. ¿Quién será el próximo?.

Ahora fuera de bromas, no sabemos exactamente de quien es responsabilidad el bordillo del aparcamiento, si de la Universidad San Jorge o del ayuntamiento de Villanueva de Gallego, pero es algo que hay que arreglar. Cubrir con una goma los cantos sería una buena solución, ya que el accidente de nuestra compañera le va a costar unos 50 euros (rueda nueva+mano de obra), pensad que nos podría haber pasado a cualquiera.

También hay que aclarar que para pinchar la rueda de esa forma hay que subirse un poco al bordillo lateral, pero al aparcar y con las prisas de llegar tarde a clase es bastante probable que ocurra otra vez. Lo hemos comunicado al delegado y lo pondrá en conocimiento de la universidad.

Cuidadín al aparcar.